La climatología adversa siempre es un factor de riesgo para la conducción,
provocando la pérdida de control del vehículo falta de adherencia o fatiga
extrema.
Durante el año 2010, el 14,5%, de los accidentes se produjeron bajo
condiciones de climatología adversa, lo que supone un total de más de 12.400
accidentes en los que estuvo implicado el mal tiempo en forma de
lluvia,
nieve, niebla, hielo… Para reducir los riesgos de sufrir un incidente,
el RACE quiere lanzar 10 recomendaciones preventivas a los conductores, como
revisar el vehículo y planificar el viaje, informarse del
estado del
tráfico, usar los sistemas de retención, y conducir con precaución,
sin
olvidar la seguridad en los trayectos cortos.
Preparar el vehículo
1. Compruebe los niveles de líquidos, estado de frenos y
dirección, lámparas y faros, batería y el dibujo de los neumáticos. Revise las
escobillas, ya que en caso de nieve, hielo o lluvia sufrirá el efecto “spray”
del resto de los vehículos.
2. No olvide las cadenas o los neumáticos de invierno si va
a circular por zonas con riesgo de nieve, así como los triángulos de emergencia,
los chalecos de emergencia, herramientas, una manta o fusibles de repuesto
Antes de salir
3. Programe el desplazamiento con
antelación y estudie el trayecto. Infórmese en Internet, teletexto o el
teléfono de la DGT (011). Lleve el teléfono de su asistencia (RACE 902 404545).
Compruebe también la meteorología.
4. No se ponga horas de llegada, ni intente
recuperar el tiempo tras un atasco: cuando pensamos que la circulación se
restablece, pueden aparecer de nuevo las retenciones, aumentando el riesgo si el
pavimento está deslizante.
En ruta
5. No inicie un viaje tras la jornada
laboral, ni conduzca de forma continuada durante mucho tiempo. Descanse
frecuentemente e ingiera refrescos, ya que la
conducción invernal aumenta la
fatiga y reduce su capacidad de conducción.
6. Nunca beba alcohol si va a conducir,
respete las normas y haga utilizar los sistemas de retención para todos los
ocupantes.
7. Mantenga siempre la distancia de
seguridad, sobre todo en caso de lluvia, niebla, hielo o nieve, y
prevea situaciones de peligro con tiempo suficiente, indicando de la situación
al resto de los conductores.
8. En caso de observar o sufrir un accidente, recuerde la
conducta PAS: prevenir nuevos riesgo, avisar a las emergencias y socorrer a los
heridos en los casos de extrema gravedad. Manténgase en una zona segura mientras
espera.
9. Si se aparca en una zona con riesgo de heladas, prevea la
congelación de las pastillas de freno. Además, tenga en cuenta levantar los
limpiaparabrisas, ya que el peso de la nieve puede romper los
ejes.
10. Si se ve inmovilizado por una nevada, deje vía libre a
las quitanieves, apague el motor y no abandone el vehículo si no hay un refugio
cerca. Tenga siempre combustible suficiente para usar la calefacción en caso de
emergencia.
El neumático de invierno, no solo para la nieve o el
hielo
El neumático de invierno es el que mejor agarre ofrece bajo condiciones
climatológicas, como llovizna, lluvia o nieve, mejorando notablemente la
adherencia, disminuyendo la distancia de frenado y mejorado la seguridad del
conductor y los ocupantes.
Cuando el hielo o la nieve nos sorprenden en la carretera, los neumáticos de
invierno evitan el tener que parar en un arcén de
la carretera para colocar
las cadenas, expuestos al resto de vehículos y normalmente en condiciones de
baja visibilidad. De esta manera, su uso en España está justificado en época
invernal, ya que de Noviembre a Abril la media de temperaturas mínimas en España
está por debajo de los 7ºC.